En un acto que ha generado indignación dentro de la Policía Nacional del Perú (PNP), el General PNP Carlos Romero Wetzell, Jefe del VRAEM, ha emitido una disposición que suspende los francos, vacaciones y permisos de los efectivos policiales bajo su mando. La medida se ha tomado con la justificación de «motivos operativos» durante las festividades patrias, y a pesar de contravenir las instrucciones claras del Comandante General de la PNP, Víctor Zanabria, que había prohibido la suspensión de los derechos de descanso del personal policial.
Violación a los Derechos de los Policías
La orden del General Romero Wetzell ha sido criticada por vulnerar derechos fundamentales de los policías, quienes, después de 60 días de servicio en la zona del VRAEM, tienen derecho a un descanso de 8 días. Sin embargo, esta nueva disposición les obliga a permanecer más tiempo en la zona sin poder reunirse con sus familias, lo que ha generado un malestar generalizado entre los efectivos policiales.
Desafío al Comando General
El General Romero Wetzell, en un acto que muchos consideran desafiante y «insurrecto», ha suspendido estos derechos a pesar de las claras directrices emitidas por la comandancia general de la PNP. Esta decisión no solo afecta el bienestar de los policías, sino que también transgrede las normativas internas de la institución, poniéndola en conflicto con las disposiciones superiores.
Posibles consecuencias legales
Esta medida, que algunos consideran un abuso de autoridad, podría derivar en consecuencias legales. Se menciona la posibilidad de denunciar al General Romero Wetzell por delitos de función en el fuero militar policial, por exceso en el ejercicio del mando, y en el fuero común, por abuso de autoridad. Además, se subraya que la disposición deliberada de desatender los derechos de los efectivos policiales contraviene el cumplimiento de las directrices del comando superior.
Un llamado a la reflexión
En medio de este conflicto, la situación pone en evidencia las tensiones dentro de la PNP sobre cómo se gestionan los derechos laborales de los efectivos y el equilibrio entre las necesidades operativas y el bienestar del personal. Los policías, quienes arriesgan su vida diariamente en zonas de emergencia, merecen el respeto a sus derechos y a la justicia laboral, especialmente en momentos de celebraciones patrias.